En esta sección voy a ir escribiendo como ha sido la evolución de la enfermedad de Carmen, cómo nos ha ido afectando y cómo lo hemos ido asimilando a lo largo de los años.
Se trata de una visión personal e intransferible y que iré completando por capítulos.
Cuando convives con una enfermedad degenerativa, hereditaria y tienes hijos, tarde o temprano te tienes que enfrentar al momento de contarlo y explicarlo.
La primera vez que observé un gesto extraño fué cuando Carmen estaba conduciendo. Llevaba constantemente la mano a la palanca de cambios como una especie de tic. Apenas le di importancia pero ese es el primer recuerdo que tengo.
Algo que puede ser tan sencillo como ver unos síntomas, pedir hora en el médico y acudir a la consulta, se convirtió en un verdadero calvario durante mucho tiempo y en este caso estoy hablando de años.
Tuve por primera vez conocimiento de la enfermedad de Huntington al poco tiempo de empezar mi relación con Carmen. Me hablaba de la situación de su padre y que se encontraba internado en una residencia.