El síndrome del cuidador

Las ayudas
04/12/2020
La historia de Laura
15/01/2021
Show all

Si cuidar a una persona te está afectando a la salud, tienes el síndrome del cuidador quemado.

Te propongo algunas pautas para afrontarlo…

(Al final del post tienes la versión en vídeo por si te resulta más cómodo escucharla)

Hoy vamos a hablar de nosotros, de los cuidadores, de las personas que cuidan a otra persona.

Si alguna vez has tenido la sensación de falta de tiempo, de agobio por tener una excesiva responsabilidad, de ser egoísta si dejas a esa persona, no puedes dormir bien, estás intranquilo continuamente… entonces es que tienes el síndrome del cuidador.

Voy a generalizar, porque cada uno de nosotros tenemos una circunstancia especial, una situación familiar, una situación económica, unas circunstancias que nos envuelven. Como voy a generalizar, espero que después te pueda servir para que lo puedas adaptar a tu caso.

Yo he llegado a la conclusión después de la experiencia de alrededor de 15 años cuidando a una persona dependiente y todas estas cosas a mí me han servido.

En internet hay muchos test que nos sirven para evaluar si estamos sufriendo el síndrome del cuidador quemado.

Test Zarit

Al final no se trata de hacer una valoración y hacer un frío test, sino que cada uno tenemos una propia sensación.

Cuando tenemos esa sensación de estar agotados, de estar agobiados por la circunstancia, es una situación muy desagradable.

En general los cuidadores pasamos por diferentes fases, al principio no somos muy conscientes de la tarea que estamos haciendo, después buscamos algo de información, poco a poco vamos siendo cada vez más conscientes. Después vamos notando que tenemos alguna carencia de tiempo libre, de vida social, de exceso de responsabilidad, no sabemos cómo afrontarlo si tenemos la circunstancia de ser cuidadores de otra persona.

Todos los cuidadores tenemos unas necesidades emocionales, físicas y sociales que nos gustaría mejorar.

Para mejorar todas estas cosas, nos va a venir muy bien aplicar el método V.

Le llamo el método V porque nosotros los cuidadores tenemos una responsabilidad muy grande, pero nosotros también tenemos que VIVIR y esa V es la inicial de VIVIR.

Nosotros también tenemos una vida y es imprescindible que aprendamos a cuidarnos, a responsabilizarnos de nosotros mismos para poder cuidar mejor.

Para aplicar el método V solo necesitas tres cosas: dos son muy sencillas,  un papel y un boli y la tercera es un poco más complicada,  es el querer hacer estas cosas, el tener la voluntad, el estar plenamente concienciado de querer hacer este tipo de mejoras.

De esta manera vamos a conseguir el tiempo necesario y vamos a conseguir darle prioridad a poder aplicar este método.

Punto 1.- Toma de conciencia

En la hoja de papel vamos a poner una raya que divida el papel en dos y en la columna de la derecha vamos a poner todas las cosas que nos preocupan.  Eso que decimos cuando hablamos con los demás, cuando tenemos problemas, de qué nos quejamos y lo vamos a ir poniendo de una en una todas estas cuestiones, es decir, nos vamos a desahogar con el papel.

Te doy alguna pista:

  • En las relaciones familiares, si tengo escasa ayuda, si tengo problemas con algún familiar para compatibilizar el cuidado de esta persona.
  • En el trabajo, en la economía, si tengo o no tengo trabajo, si tengo problemas económicos.
  • El tiempo libre, si apenas tengo tengo para mí mismo.
  • La salud, cómo me siento, cómo estoy físicamente, cómo es mi alimentación.
  • El estado de ánimo, cómo me encuentro emocionalmente, si estoy triste, si estoy deprimido.

Todas esas cosas que se me vayan ocurriendo, las tengo que escribir.

Tengo que desahogarme con el papel.

¿Y por qué?

Porque así voy a conseguir que dejen de pasar todas esas cosas por mi cabeza y se puedan quedar un poco quietas en el papel.

Terminar esta primera fase, nos va a servir para tomar conciencia y tener información de cómo estamos, de cómo nos encontramos en estos momentos.

Si se hace bien, esto es algo que nos altera un poco. Porque tomar conciencia de la situación que estamos viviendo y apuntarlo con papel y bolígrafo es una situación que nos revuelve un poco por dentro.

Por eso, una vez que hayamos hecho este primer punto, lo que tenemos que hacer es dejarlo mínimo 24 horas reposar y que se quede ahí en el papel y nos olvidamos de este asunto hasta el día siguiente.

Si quieres puedes parar aquí y escribirlo para continuar después.

Punto 2: Posibilidades de mejora

Tengo despejado la parte derecha del papel y voy a analizar una por una qué posibilidades de mejora tengo.

Va a haber algunas que sean imposibles de mejorar porque las circunstancias lo impiden, pero seguro que va a haber alguna de las que has apuntado que puedas mejorar.

Esas las vamos a subrayar y poco a poco vamos a ir viendo  qué aspectos podemos ir mejorando.

Tenemos que señalar las que sean posibilidades reales, porque las que no sean posibilidades reales, las tenemos que asumir como cuidadores.

Nos vamos a concentrar en las que hay posibilidades de verdad de mejorar.

Punto 3: La reorganización

Cómo esos puntos de mejora que he detectado después de hacer un análisis concienzudo, hay que ver cómo los podemos mejorar, cómo los podemos llevar a cabo, con quien tengo que hablar, qué trámites tengo que hacer. Qué ayudas tengo que solicitar, con quien hablo.

Todo este tipo de cosas lo tengo que analizar y escribir en el papel.

Es muy importante que lo escribamos en el papel porque de esa manera las ideas que tengamos cuando estamos concentrados se van a quedar reflejadas en el papel.

Punto 4: Pasar a la acción.

Quizá sea el punto más importante de todos ya que hemos pasado por un proceso y ahora tenemos que abandonar el papel y pasar a la acción.

Esto quiere decir que todas esas posibilidades de mejora que puedo llevar a cabo las tengo que tratar de conseguir.

Además, las tengo que tratar de conseguir con buena conciencia, convencido de que las puedo conseguir, sabiendo decir que no o que sí a muchas cosas, en definitiva, eso es la asertividad de una persona, el estar convencido y poder intervenir para conseguirlas.

De esta forma habremos pasado de rellenar un test a tomar decisiones propias sobre posibilidades de mejora.

Una cosa que he aprendido a lo largo de todos estos años como cuidador, es que tenemos un montón de cosas a lo largo del día y a lo largo de nuestro proceso como cuidadores en los cuales podemos intervenir.

Es una sensación magnífica cuando tomas el control de ciertas cosas y abandonas las quejas y que los planetas se han alineado en tu contra y que nadie te quiere ayudar porque la realidad no es así.

Cuando intervienes, tomas el control y tomas acción, todas estas cosas mejoran.

Si yo estoy bien, voy a poder cuidar mucho mejor a la persona que estoy cuidando y eso va a repercutir tanto en la persona que estoy cuidando, como en mí mismo, como en las personas que tengo alrededor.

Con lo cual creo que es muy importante que hagamos este esfuerzo para poder conseguirlo.

 

 

1 Comentario

  1. YennyReinaGonzalez dice:

    Me gustó todo la historia y lo que habla del síndrome del cuidador yo soy cuidadora de una paciente con Huntington es mi hija tiene 26 años y 4 años de enferma

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.