También hay aciertos y virtudes entre los cuidadores.
Dicen que los cuidadores hacemos tantas cosas que parece que tengamos cuatro manos, pero yo creo que es un mito, no lo he visto nunca.
En la última entrada escribía acerca de los errores del cuidador, ahora toca hablar de los aciertos.
Ahí van algunos:
Saber pedir ayuda cuando es necesario, saber planificarse y adaptarse a las diferentes circunstancias que se producen, no solo en ti como persona, sino también en el entorno de la persona a la que estás cuidando.
Se trata de uno de los principales aciertos.
El ser cuidador aumenta considerablemente la carga de trabajo.
Quizá al principio, las personas cuidadoras no somos conscientes de la capacidad de trabajo que tenemos y que somos capaces de asumir, haciéndonos cargo de un montón de tareas y circunstancias diferentes y que con la evolución del proceso y casi sin darnos cuenta somos capaces de asumir.
Lo de los cuatro brazos era en broma, pero en algunas ocasiones parece real.
Los cuidadores somos «disfrutadores de momentos».
Cuando te encargas de cuidar a una persona, es muy difícil tener un espacio grande de tiempo para poderlo dedicar a uno mismo.
Con lo cual, aprendemos a valorar los momentos puntuales en los cuales podemos disfrutar de un café, de una cerveza, de una charla con los amigos, de un viaje… de alguna situación que a nosotros nos produzca especial satisfacción.
Aprender a relativizar es muy importante. Distinguir lo que es urgente, importante y que se puede aplazar.
Cuando veo la situación de Carmen, con las limitaciones que tiene y me miro a mi mismo, me sirve para relativizar las situaciones, no solo las personales sino también muchas de las circunstancias que están a mi alrededor.
Esta si que es una gran virtud.
No me digas que no te ha ocurrido que antes perdías con mucho más frecuencia la paciencia, y ahora, con el paso del tiempo, vas aprendiendo a desarrollar esa virtud y a tener muchísima más paciencia en situaciones similares.
Puede ser un error si la pierdes con facilidad, pero puede llegar a convertirse en una gran virtud si la sabemos desarrollar.
Saber ponerse en la posición en la que se encuentra la persona a la que estamos cuidando desde un punto de vista emocional. De esta manera, conseguiremos entender muchas de sus reacciones y sus situaciones y así podremos actuar en consecuencia.
Al principio compartía mi situación únicamente con mi familia y con mi entorno más cercano.
Desde que decidí dar un paso hacia delante, y compartirlo con personas que no conozco pero que pueden estar en una situación similar a la mía: el blog, el canal de YouTube o el libro de «Vivir con ella, un paseo por la vida», ha sido motivo de satisfacción.
Además, me considero un afortunado por poder hacerlo.
Desde que entendí la verdadera importancia de cuidarse como cuidador, procuro siempre darle prioridad.
La alimentación, el descanso, momentos de ocio, vida social, etc. procuro ponerlo en el centro de mis actividades.
Sentirme bien conmigo mismo me ayuda a cuidar mucho mejor a Carmen y a tener una mejor relación con mi entorno.
Con el paso del tiempo, he descubierto la satisfacción de ser cuidador.
Que una persona dependiente, gracias a mí, pueda hacer un montón de cosas, me hace sentir especialmente orgulloso.
El tratar de ver las situaciones de una manera diferente y con una pizca de sentido del humor, ha sido uno de los aciertos en mi proceso como cuidador.
Todos estos apartados son los que me gustaría compartir contigo como cuidador.
Si conseguimos quitarnos la idea de que ser cuidador es una «carga» y lo empezamos a ver como motivo de satisfacción, por la importancia de lo que estamos haciendo por una persona dependiente, creo que nuestra manera de pensar va a cambiar y va a ser mucho más favorable.
Es una responsabilidad muy grande la que tenemos, pero creo que es mucho mayor la satisfacción de poder hacerlo.
¿Y tú? ¿Cual crees que es el principal acierto o la principal virtud del cuidador?
Escríbelo en los comentarios que nos será de utilidad a todos.
2 Comentarios
Buenas tardes, creo que el principal acierto es ENTENDER la enfermedad, en los distintos momentos que transcurre, no soy profesional de salud, desde ya paciencia es básico en todo, desde un trámite hasta su atención. El error pasa por lo mismo buscar y entender. Gracias y un abrazo desde Mar del Plata, Argentina.
Muy buenas Chinche, después del verano seguimos conectados, tú labor y la de tus hijos son dignas de una familia unida y con Corazones muy grandes, y por supuesto un AMOR sin límites. Abrazos para todos!