Ya sé que no soy el único, pero la situación actual hace que me sienta cansado.
Se trata de un tema más emocional que físico.
En esta época, es necesario hacer un esfuerzo para cumplir con todas las medidas impuestas y de ser conscientes que siendo precavidos con nosotros y nuestro entorno, lo somos también con el resto de la sociedad.
Pero también es verdad que las limitaciones que tenemos en la actualidad y que nos obligan a llevar un tipo determinado de vida, cansan. Sobre todo si tenemos en cuenta que ya llevamos un año en esta situación y que de una manera u otra a todos nos está afectando.
Echo la vista atrás y veo 15 años conviviendo con el día a día de una enfermedad degenerativa. Ser cuidador cansa y trato de poner todo lo que está a mi alcance para que todo vaya bien.
Si a eso se le une la situación actual de pandemia mundial, deja muy pocos resquicios para que sea una situación satisfactoria.
Y que conste que el decir esto no lo hago desde la queja, sino con la idea de transmitir una situación que me imagino que en muchos casos será más acentuada.
Cuando tengo esta sensación, procuro mirar a mi alrededor y siempre encuentro cosas que inmediatamente me hacen sentirme afortunado, y también ocurrirá que cuando me ven a mi o mi situación, les sirve a otras personas para relativizar la propia.
Las cosas que hago me gustan y las hago con ilusión.
Además, me considero un afortunado por no verme afectado en mi trabajo y tener una familia magnífica.
Creo que es un buen ejercicio analizar y conocer tu propia realizar. Eso nos pone un estado de ánimo determinado, pero cuando lo sacamos fuera y vemos lo de alrededor, nos damos cuenta de que todo es relativo.
Poder expresarlo siempre es bueno, este es un buen rincón para hacerlo y me ayuda a compartir estas emociones.
O como les digo a mis hijos, podemos quejarnos un rato, pero a partir de ahí, tenemos que seguir viviendo de la mejor manera posible.
Ellos son dos de los grandes pilares de mi vida.
Si sacaran el lavavajillas de vez en cuando y recogieran la ropa de su habitación, estarían a unos niveles muy elevados para su edad. Quitando esos pequeños detalles… muy orgulloso de ellos.
Es un proceso que se repite a menudo,en cuanto empiezo a quejarme por algo. Enseguida me vienen a la cabeza cosas positivas que hacen que me sienta un afortunado.
En los últimos días, hemos estado grabando y editando dos vídeos para el canal de YouTube de «Vivir con ella». ¿Qué es la enfermedad de Huntington? y el making of del vídeo anterior. Ver la respuesta de la gente para participar, con más de 50 personas colaborando, es una excelente dosis de energía para dejar de sentirse cansado.
¿Cómo no sentirme afortunado con estos amigos?
La vida te quita cosas importantes, pero también es cierto que te da otras que son magníficas.
Desde pequeño he aprendido a luchar por las cosas en las que creo, pero también a aceptar las limitaciones de cada uno, saber disfrutar de todo lo que tenemos alrededor y a adaptarme a las circunstancias.
Carmen está siendo para mí una magnífica lección de vida.
Hace unos años, ocurrió un detalle que no se me olvidará nunca. Paseando un día de primavera con la silla de ruedas, yo iba con cierta prisa y le dije que nos diéramos ya la vuelta.
Carmen se puso muy seria y me dijo: Javier, espera un poco que me está dando el sol en la cara y quiero aprovecharlo.
Uff, yo estaba preocupado por cosas muy lejanas a lo que de verdad ella valoraba en su situación.
A partir de ese día, algo cambió en mí y no he vuelto a tener prisa para poder disfrutar de las cosas que son verdaderamente importantes.
A pesar de las circunstancias y de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, siempre hay algo cercano a nosotros que nos sirve para seguir luchando con ilusión.
Como dice la frase de la foto que acompaña a esta entrada:
La verdadera derrota sería dejar de luchar cada día.
¿Y tú?¿Cómo vives la situación actual? Si quieres compartirlo, utiliza los comentarios de la parte inferior, seguro que nos ayuda a tener otro punto de vista.
12 Comentarios
Siento admiración por ti Javier. Yo también estoy empezando con mis 47 años en esta nueva andadura de mi vida como cuidadora de mi marido. He tenido en los últimos meses de la pandemia la inmensas ganas de abandonar, querer tirar la toalla y salir huyendo. ¿Parece muy pronto, no? Luego pienso en todos los momentos que tuvimos juntos los últimos 12 años y en tantos y tantas situaciones de amor, de afecto y cariño, que me siento afortunada de haberlos vivido. Tengo y he tenido tantas cosas en mi vida de las que sentirme agradecida e incluso orgullosa de haberlos conseguido, que el rendirme no es una opción. Te leo desde hace pocos meses. Me pasó tu blog mi psicóloga y me sentí tan identificada y a la vez con tanto miedo. Sólo puedo decirte que me has ayudado y mucho.
Gracia spor tus palabras Lili, es una situación complicada y entiendo perfectamente tus sentimientos y todo lo que me dices. Yo también opté por quedarme y no me arrepiento de haber tomado esa decisión. Me da mucha alegría que lo que escribo y el contar mi experiencia, sea de utilidad para empezar con esta carrera de fondo. Te mando un fuerte abrazo y me pongo a tu disposición para cualquier cosa que necesites.
Te admiro Javier yo estoy empezando con la situación y la verdad tu comentarios y vídeos me ayudan a pensar de otra manera un saludo.
Muchas gracias por tus palabras. Me produce mucha alegría que todo esto sirva para poder ver la situación un poco mejor. Un abrazo.
Solo hay q valorar lo bueno q tenemos diariamente enfocarnos en eso y disfrutar.
Estoy muy feliz de haberte conocido, sos un gran ejemplo y nos haces las cosas mas faciles para quienes no entendiamos como era esta enfermedad., soy Belen de Mendoza Argentina
Muchas gracias por tus palabras, es un placer poderlo compartir. Un fuerte abrazo desde España.
La monotonía cansa, esto se prolonga y ya llevamos mucho tiempo esperando para hacer otras cosas. Pero, como bien dices, disfrutemos de los momentos que nos brinda la vida y especialmente de la familia. Sigues siendo fuerte y un ejemplo para nosotros. Un fuerte abrazo Javier
Así es Mateo, la importancia del momento. Gracias por tus palabras. Un fuerte abrazo.
Javier, estoy con vos y te dejo una frase. EL QUE NO SIRVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR. Ese es mi caballo de troya y la vida nos enseña mas y mas, creo que a los 53 años estoy en el mejor momento de conocer y vivir mas. Un abrazo grande desde Argentina ( MAR DEL PLATA).
Muchas gracias por escribir, es una buena edad para ver las cosas con la perspectiva de la experiencia, pero nos queda mucho por descubrir. Un fuerte abrazo desde España.
Para muchas personas cercanas a nosotros está siendo muy complicado, incluso para algunos de nosotros. Pero, también me preocupa nuestra reacción cuando todo vuelva a la «normalidad». Tanto tiempo inmersos en estas situaciones.¿Conllevará cambios sustanciales de comportamiento social y familiar? ¿Será un cambio para mejorar o para enraizar nuestros viejos convencimientos?
Buenas preguntas, creo que iguales no volveremos, están cambiando muchas cosas, aunque espero que esos cambios sean para mejor pero no lo tengo del todo claro. Un abrazo.