En la cárcel

El pasado viernes, tuve la oportunidad de compartir mi experiencia en el Aula de Cultura de la cárcel de Sevilla1 con 25 presos apuntados a esta actividad.

Gracias a la invitación de Marisa de la ONG «Solidarios Sevilla» y de las charlas de «Vivir con ella«, estoy pudiendo vivir una serie de experiencias extraordinarias.

La entrada impone: los diferentes controles de acceso, los registros, el protocolo, el ruido de las puertas correderas…

Una vez en el aula y tras la presentación de la actividad, todo se desarrolló de una forma magnífica.

Atención y emoción se mezclaron en la charla, que trató básicamente de cómo habíamos conseguido afrontar una situación adversa en nuestra familia y cómo nos había enseñado a mirar el  futuro  de una manera diferente.

Ver a los presos emocionados y el ambiente que se creó, fue una experiencia inolvidable.

Si además pudo haber servido de ayuda alguien, la satisfacción es completa.

Son un grupo de presos que tienen una inquietud especial en mirar al futuro de otra de forma y poder rectificar su papel en la vida y en la sociedad.

Sus palabras hacia mí y hacia mi hijo Lucas, que me acompañó en esta ocasión y pudimos compartir esta experiencia, estaban llenas de sinceridad y cariño, y eso nos hizo emocionarnos hasta el punto de quitarnos la mascarilla durante un momento para que pudieran ver la sonrisa y la satisfacción que nos producían sus palabras.

En esta ocasión, pusimos nuestro granito de arena para tratar de trasladar nuestra visión de la vida y cómo afrontar las adversidades, pero la labor de la ONG Solidarios Sevilla, que lleva poniendo granitos de arena desde hace 15 años, es extraordinaria, ya que todos los viernes por la tarde les ofrecen la posibilidad a los reclusos de tener un trocito del mundo exterior en el interior de la cárcel.

Ojalá sirva para ayudar a que alguna de estas personas pueda afrontar su futuro con otra visión una vez que hayan cumplido su condena.

Un preso venezolano que había recorrido numerosas cárceles, nos trasladó su sentimiento de lo mucho que supone para ellos el tener estos momentos de salir de su rutina habitual:

«Gracias por hacer que los viernes por la tarde se conviertan en una motivación y en un momento especial, paso toda la semana esperando a que llegue este momento».

Estas fueron sus palabras, que se nos quedaron grabadas y nos fuimos con la satisfacción de haber colaborado a hacer un poquito mejor la vida a nuestro alrededor.

Gracias Marisa, como responsable de Solidarios Sevilla y a Lili, Carmen y Javier por su labor como voluntarios, por vuestras amables palabras y por trabajar cada semana para hacer posible que personas en situaciones difíciles puedan mirar al futuro de una manera mejor.